Con la llegada de la digitalización, de los móviles inteligentes y de los ordenadores cada vez más potentes, muchas personas podrían llegar a pensar que otras herramientas como las calculadoras científicas ya no son tan necesarias como lo eran hace algunos años.
Nada más alejado de la realidad. Tener una calculadora cientifica puede llegar a ser fundamental en algunos sectores puntuales, tanto de la educación como del trabajo, puesto que se trata de una herramienta muy capaz, muy poderosa y lo suficientemente intuitiva como para que cualquiera pueda aprovechar sus beneficios.
¿Dónde se suelen utilizar comúnmente?
Más allá de que existan perfiles de usuario en los que se piense rápidamente al mencionar las calculadoras científicas, si se tuviera que hablar de grandes sectores donde siempre llegan a ser necesarias, serían los siguientes:
- Educación: es bien sabido que los estudiantes de secundaria, preparatoria y universidad, especialmente en materias como matemáticas, física, química, ingeniería y estadística, requieren de utilizar calculadoras científicas y, al momento de presentar pruebas, será una de las pocas herramientas que se le permitan para poder apoyarse. Siempre se debería comprar una dentro de la lista de útiles para cada nuevo curso.
- Ciencias: investigadores en diversos campos como física, química, biología, entre otras ciencias puras, dependen y mucho de las calculadoras científicas.
- Ingeniería: ingenieros civiles, mecánicos, eléctricos, etc., en el diseño y cálculo de estructuras, circuitos, por ejemplo, suelen utilizar calculadoras científicas porque ofrecen mayores posibilidades de cálculo, más exactitud en los resultados y suelen brindar más rapidez que un móvil inteligente con una app para ello.
- Finanzas: la herramienta imprescindible de analistas financieros, economistas, contadores, para realizar cálculos complejos y proyecciones.
- Ciencias de la computación: programadores para realizar cálculos numéricos y simulaciones también suelen depender de las calculadoras científicas.
Ventajas de comprar una calculadora científica
Lo anterior ya deja entrever que lejos de ser un producto olvidado en pro de la utilización de los móviles y los ordenadores, las calculadoras científicas son imprescindibles en muchos sectores tanto de lo laboral como de lo académico.
Eso lleva a profundizar en todas las ventajas que ofrecen:
- Precisión: si se compara con el cálculo mental rápido, con el cálculo en móviles que quizá no tengan aplicaciones tan poderosas, una calculadora científica va a arrojar resultados exactos, reduciendo todo margen de error.
- Velocidad: la complejidad del cálculo no es tal si se mide en los segundos que puede llevar realizarlos con estas herramientas.
- Versatilidad: pensar en una calculadora científica es pensar en un dispositivo que se puede adaptar a diversos propósitos, como se ha podido ver antes, pero también a distintos tipos de cálculos. Así, es posible realizar proyecciones, hacer cálculos para validar hipótesis o encontrar correlaciones, pero también para hacer cálculos básicos aunque de forma masiva.
- Portabilidad: una batería que durará años, una carcasa que es más resistente, un peso y tamaño que permiten que se guarden en cualquier bolsillo, hacen que sean muy cómodas de llevar a todos lados.
¿Cómo comprar una calculadora científica?
El mundo de las calculadoras científicas no es muy diferente de otros relacionados con la oficina y el estudio. Lo más importante puede ser encontrar una tienda de calidad y una marca que sea conocida en el ámbito.
Eso ayudará a encontrar precios que sean más competitivos, un producto que asegure durabilidad y rendimiento sin fallos a lo largo de muchos años, y ya con eso la decisión de compra estaría más o menos clara. El resto de las variables serán más bien estéticas, como el diseño, el tamaño, la cantidad de funcionalidades adicionales, como tener una pantalla retroiluminada o poseer botones más grandes de lo habitual.
Para todas las personas que estudian en niveles de secundaria o la universidad, y para los profesionales que se dedican a sectores como las ciencias, las finanzas, la contabilidad o la ingeniería, donde la realización de cálculos es cosa diaria, una calculadora científica es una gran compra.