Los expertos concuerdan que la educación es una herramienta vital para el desarrollo del individuo y de la sociedad. pero el tema de la educación no se centra únicamente en la formación en determinada área. Es importante contar con una educación crítica, responsable y especializada, sobre todo cuando de formación profesional se trata.
Aquí se muestran algunas de las mejores opciones para formarse como profesional y buen ciudadano, desde la infancia con el aprendizaje de idiomas, hasta la edad adulta, en cuanto a vialidad y especializaciones del área se refiere.
Formación profesional con cursos homologados
Los cursos son siempre una forma de complementar una formación académica, pero un curso homologado no solo sirve como complemento, sino como formación profesional en un área determinada.
Las formas de preparación para las oposiciones se han diversificado, y hoy día, para mayor comodidad y manejo personal de tiempo, existe una plataforma online de cursos homologados que preparan a los usuarios para las oposiciones de educación. La enseñanza en este tipo de plataformas va a orientada a generar puntajes altos en las pruebas de oposición y compartir conocimiento para trabajar de forma eficiente en la orientación pedagógica.
Las oportunidades de formación van de cursos de hasta 150 horas académicas y la preparación se da de forma especializada, según sea el área; educación infantil, primaria o secundaria. Lo mejor de esto, es que se trata de algo integral, no solo de la preparación para presentar un curso de oposición.
Educación desde la infancia
Para hacer de los niños ciudadanos responsables, respetuosos de las normas y bien formados, es necesario trabajar en su educación desde las edades más tempranas. La verdadera educación incluye una formación completa en contenido y valores, como la de un colegio concertado en Murcia. Es importante exponer a los niños a una variedad de actividades estimulantes, con el propósito de encontrar la de su agrado y potenciar sus habilidades.
Una de las habilidades que es importante estimular en la niñez, es la capacidad verbal, pues el lenguaje tiene una gran importancia en el desarrollo cognitivo de las personas. De hecho, es la infancia el periodo más provechoso para aprender una nueva lengua, debido a la plasticidad neuronal que caracteriza los primeros años de vida.
Genéticamente, la infancia es un periodo para el aprendizaje y la adaptación, durante esta etapa, los niños internalizan normas sociales, de conducta y comienzan a dar respuesta a su medio ambiente. Debido a la predisposición al aprendizaje, este es la época más productiva para aprender un nuevo idioma
Formación como animador deportivo
Las diferentes áreas de conocimiento a las que son expuestos los niños, les permiten generar experiencias de aprendizaje. La integración a nuevas actividades hace que los niños compartan con sus compañeros, desarrollen habilidades sociales e interacciones armónicas de convivencia. Dada la importancia de las actividades deportivas en niños y adultos, se ha creado un nuevo Tafad en Murcia para formar jóvenes profesionales en servicio de promoción, animación y dirección de actividades físicas y deportivas.
Esta formación técnica le permite a los jóvenes e interesados en las actividades físicas, comenzar un desarrollo profesional en este área, con la posibilidad de enseñar y dinamizar actividades deportivas con recursos varios y adaptándose a las condiciones dadas.
La experiencia de formación en esta especialidad técnica incluye no solo el conocimiento teórico, sino la experiencia práctica en diferentes escenarios, ya que se visitan diferentes instituciones deportivas con la finalidad de desarrollar esa capacidad de adaptación.
Educación vial para niños y adultos
Aun desde la infancia se hace mucho énfasis en la educación vial. En educación primaria se mencionan las señales de tránsito, y su importancia para el orden social y la seguridad ciudadana. Con el tiempo, estas normas se interiorizan y pueden ejecutarse de forma automática al llegar a edad adulta, pero nunca debe perderse el valor de estas normas para la buena convivencia y la seguridad.
La educación vial no se centra únicamente en la comprensión de las señales de tránsito, también incluye la regulación del comportamiento de peatones y conductores. Para la regulación de velocidad, por ejemplo, se emplean reductores de velocidad en la vía. Estos son elementos colocados en la vía que hacen que los conductores reduzcan la velocidad a menos de 45 km/h.
Este tipo de elementos son altamente útiles en zonas de residenciales o escolares, donde la circulación de personas es constante. Para una vía extensa, pueden colocarse cada 60 o 150 metros. Son de tipo modular, de instalación sencilla y al tener un acabado reflectante resultan visibles a distancia, con lo que los conductores pueden tomar sus precauciones. En muchos casos se colocan varios metros antes de un cruce cebra, con lo que los peatones deben también respetar ese sitio para atravesar la calle y no antes.