Un niño de dos años atrapado en un pozo en España durante casi dos semanas ha sido encontrado muerto por rescatadores que habían estado tratando de llegar a él.

Cientos de personas habían estado trabajando las 24 horas del día bajo la mirada de los medios de comunicación para tratar de llegar a Julen Rosello, quien se cayó por el estrecho pozo el 31 de enero durante una excursión con sus padres en Totalan, un pueblo del sur cerca de Málaga.

El cuerpo de Rosello fue encontrado a 70 metros de profundidad el sábado temprano, según el gobierno regional.

«Desgraciadamente, a la 1:25 de la madrugada, el equipo de rescate llegó al lugar donde buscaban a Julén y encontró el cuerpo sin vida del pequeño», escribió en Twitter el representante del gobierno central en la sudoccidental región andaluza, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.

Un coche fúnebre llegó al lugar poco después de que se supiera la noticia para llevar el cuerpo a una funeraria.

No había habido señales de vida del niño, pero los rescatistas creían que sabían dónde estaba dentro del pozo ilegal.

La compleja operación de búsqueda y rescate había estado llena de complicaciones[Jon Nazca/Reuters]
La única evidencia de la presencia del niño fueron unos mechones de pelo que coincidían con su ADN y una bolsa de caramelos que había estado sosteniendo cuando cayó en el pozo.

«Toda España siente la infinita tristeza de la familia de Julen. Hemos seguido de cerca cada paso para llegar a él», escribió el primer ministro Pedro Sánchez en Twitter.

«Siempre apreciaremos el esfuerzo incansable de los que lo buscaron durante todos estos días.»

En un tweet, el Rey de España Felipe VI extendió sus «más profundas condolencias a toda la familia de Julén».

Operación compleja
Según los medios de comunicación, el pozo de 25-30 cm de diámetro fue excavado ilegalmente.

La compleja operación de búsqueda y rescate había estado plagada de complicaciones que causaban retrasos y retrasos, mientras los padres y parientes del niño se mantenían a la expectativa.

Los rescatadores no pudieron llegar a Rosello a través del pozo al que se cayó porque estaba bloqueado por una capa de tierra, arena y piedras que se creía que se habían desprendido cuando cayó al pozo.

Los mineros trabajaban en equipos de dos y estaban equipados con tanques de oxígeno[Jorge Guerrero/AFP]
Decidieron cavar un pozo vertical paralelo al pozo, de 60 metros de profundidad, que se terminó a última hora del lunes.

La idea era asegurar el pozo con tubos y luego bajar a los mineros de élite en una jaula especialmente construida para comenzar a cavar un túnel horizontal hasta el lugar donde creen que estaba el niño.

Pero los tubos diseñados para asegurar el eje no encajaban, por lo que tuvieron que ensancharlo, lo que retrasó aún más la operación.

Finalmente, lo lograron y expertos mineros comenzaron el jueves a cavar un túnel de cuatro metros para unir ambos canales y llegar a Rosello con la ayuda de cuatro explosiones pequeñas y controladas.

Los mineros trabajaban en equipos de dos personas y estaban equipados con tanques de oxígeno.

Cada pequeña explosión duraba unas dos horas, lo que ralentizaba el intento de rescate.

Dos mineros tuvieron que bajar primero por el pozo y hacer algunos agujeros. Luego fueron seguidos por dos oficiales especializados que instalaron los explosivos.

Una vez que regresaron a la superficie, los explosivos fueron detonados y luego el equipo de rescate tuvo que esperar media hora para limpiar el pozo de aire contaminado.

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