El código LEI es un identificador que deben obtener las personas jurídicas que realicen diferentes tipos de transacciones financieras. Es un código que conlleva numerosos beneficios, puesto que reduce de forma considerable los riesgos financieros asociados a estas transacciones.
La solicitud LEI code, por otro lado, es un procedimiento necesario, de carácter obligatorio para una amplia cantidad de entidades financieras y personas jurídicas; sin embargo, contrariamente a lo que podría pensarse, tramitar este código es muy sencillo y rápido. Continúa leyendo y conoce un poco más sobre este importante identificador de transacciones financieras.
¿Para qué sirve el Código LEI?
El código LEI, como comentamos anteriormente, es un identificador de personas jurídicas que hacen transacciones financieras. Es importante destacar que no es un código opcional, sino obligatorio, y su implementación ha conllevado numerosos beneficios, comenzando por reducir los riesgos inherentes a estas transacciones.
A continuación indicamos algunas de las principales ventajas del codigo LEI:
- Reduce los riesgos: el código garantiza más transparencia en las transacciones financieras y esto se debe a que el mismo es otorgado a aquellas personas jurídicas que cumplen con ciertos requisitos mínimos, información que deben proporcionar para que el mismo sea suministrado.
- Operaciones más rápidas: otra ventaja es que desde la aplicación de este código ha aumentado la eficiencia operativa. Disponer de la información necesaria de las partes involucradas en cada transacción, acelera significativamente los tiempos.
- Demuestra solidez: una empresa o entidad jurídica con este código demuestra que es confiable, serio y una entidad en el cual se puede confiar para hacer diferentes transacciones.
- Identificación de la empresa: el código LEI es una forma sencilla y confiable de identificar a una empresa.
- Aumenta la calidad: este simple código mejora significativamente la calidad de las transacciones.
¿Quiénes deben solicitar el código LEI?
Como comentamos anteriormente, el código LEI es un identificador obligatorio para las personas jurídicas que hacen transacciones financieras.
A continuación mostramos algunas de las más destacadas:
- Entidades que emiten acciones, valores o deudas.
- Compañías financieras y bancos en general.
- Entidades que comercialicen con deuda o acciones.
- Todas las entidades que coticen en la bolsa de valores.
- Todos los medios de inversión, incluyendo fondos de pensiones, fondos de cobertura, fondos de inversión, capital de riesgo, medios alternativos de inversión, entidades corporativas, entre otros
El código LEI, hasta el momento, es exclusivo para personas jurídicas, por lo que los usuarios privados no pueden recibir este identificador.
¿Cómo solicitar el código LEI?
Este código, en realidad, es muy fácil de solicitar; sin contar con que es un procedimiento considerablemente rápido y asequible a nivel económico. Debes acceder a la web pública correspondiente, que en el caso de Portugal se puede acudir a peça a um LEI y completar todos los datos solicitados.
Luego deberás seleccionar el período de validez del código, que generalmente es de un año, para posteriormente hacer el pago correspondiente a través de cualquiera de las opciones disponibles. Si decides hacer el trámite directamente, debes imprimir el documento, firmarlo y luego llevarlo al Registro Mercantil junto con el justificante del pago de la tasa.
Una vez que introduzcas el documento, el tiempo de respuesta y asignación del código será de 15 días hábiles. En ese tiempo, se verificará toda la información suministrada; es por ello que este identificador es tan útil para las transacciones financieras, porque el tiempo utilizado para verificar dicha información al momento de hacer cada transacción es más ágil en este proceso.
El código LEI debe ser renovado año tras año mientras la persona jurídica continúe haciendo transacciones financieras. Para las renovaciones también se debe suministrar toda la información actualizada; sin embargo, el proceso de revisión y renovación suele ser mucho más rápido que cuando se solicita el código por primera vez.
Este identificador es un gran aliado para hacer las transacciones financieras mucho más seguras, rápidas, eficientes y transparentes. Por eso es importante tramitarlo, además del carácter obligatorio del mismo.