El presidente de Cataluña, Quim Torra, será investigado por el fiscal español por posibles delitos de desobediencia por su negativa a retirar los símbolos «partidistas» de los edificios del gobierno a su cargo, según ha sabido la Agencia Catalana de Noticias (ACN).
La intervención se produjo después de que Torra desafiara dos órdenes de retirar las cintas amarillas -que simbolizan llamamientos a la liberación de los líderes independentistas catalanes de la prisión preventiva o del exilio político-, así como las banderas no oficiales que expresaban su apoyo a una república catalana.
La Autoridad Electoral española las calificó de «símbolos ideológicos o partidistas» que no deberían aparecer en los edificios del gobierno durante un período electoral, con unas elecciones generales en España previstas para el 28 de abril, seguidas de elecciones europeas y locales en mayo.
Pero Torra ha argumentado que las cintas y banderas no podían asociarse con ningún grupo político específico y ha aplazado la decisión al Síndic de Greuges de Cataluña.
Después de que el Defensor del Pueblo dictaminara el miércoles por la noche en contra del presidente catalán, las cintas amarillas en los sitios institucionales -sobre todo en la sede del gobierno catalán en Barcelona- han sido sustituidas por pancartas que representan cintas blancas en su lugar.
La Autoridad Electoral española tomó la decisión el jueves por la tarde después de una reunión que se dice que duró más de dos horas. También han pedido a la policía catalana que retire los nuevos símbolos y han dado un ultimátum a la consejera de Interior hasta el viernes a las 15.00 horas para que lo haga la policía.
Los funcionarios han abierto un expediente sobre el incidente, que podría dar lugar a que Torra reciba una multa de hasta 3.000 euros.