Andar en coche propio está lleno de beneficios, no hay que adaptarse a los horarios de nada y todo se resuelve al ritmo propio. El problema surge cuando el coche empieza a manifestar alguna falla y hace falta cambiar alguna parte de su estructura para que funcione bien otra vez. En ese punto cabe preguntarse, ¿merece la pena usar piezas de segunda mano?

Reparar un coche puede volverse un verdadero quebradero de cabeza, sobre todo si no se tiene mucho conocimiento en la materia y es necesario apoyarse en lo que terceros tienen que decir. Además, puede llegar a ser bastante costoso porque, al no tener conocimiento, no se reconocen las alternativas que pueden ser útiles para solventar las dificultades.

Por ejemplo, si lo que se daña es justo el motor, es posible trabajar con un motor Seat que solvente el problema sin construirlo de cero ni pagar miles de euros por uno nuevo. Es importante encontrar una tienda que tenga un catálogo bien abastecido para cubrir las demandas de diferentes marcas y modelos para no estar de un lugar a otro buscando la solución.

Ventajas de las piezas de segunda mano

La principal razón que motiva a usar esta alternativa es que permite el ahorro de una buena cantidad de dinero en todo este proceso. Si se trata de que es el motor justo lo que se avería, esta opción será una ventana valiosa para reducir al mínimo el gasto y ser capaces de invertir en otras cosas de interés o, en su defecto, evitar endeudarse con terceros para cubrir la demanda.

También hay que considerar que suelen ser piezas que funcionan a la perfección. Un motor segunda mano, por ejemplo, se obtiene a partir de coches que sufrieron un accidente y se declaran pérdida total, pero el motor siguió funcionando con normalidad. Otras posibilidades son los coches que se averiaron por alguna mínima cosa, lo que sucede es que podrían cumplir una función muy importante y necesitan un motor nuevo.

Hay variedad de funcionamiento, no solo de marca y de modelo, se pueden encontrar los que utilizan combustible, los que son eléctricos e incluso los que tienen un sistema de trabajo híbrido. Para todos los casos hay posibilidad de obtener una solución.

Características de una buena empresa proveedora

Es relevante en todo este escenario cuidarse las espaldas a la hora de elegir la tienda donde se comprarán las piezas porque, aunque está claro que es una buena inversión, hace falta comprar solo a quien resulte confiable y con experiencia en el área. Esto aplica tanto para motores como para llantas de segunda mano. Las características a considerar son:

  • Que sus precios sean más bajos que una pieza nueva, pero tampoco es que tenga un coste que se considere increíble porque eso podría significar que es una estafa.
  • Que tengan una política justa de garantía y devolución para que, si no funciona de manera apropiada a un caso concreto, se pueda realizar la modificación del producto o devolver en su totalidad.
  • Que ofrezcan descuentos especiales en ciertos casos, como por ejemplo, si se compran varios productos a la vez para un mismo tipo de coche.
  • Que realicen envíos en un tiempo prudencial para tener disponible la pieza en un máximo de 48 horas y solventar el inconveniente.
  • Que tengan un catálogo amplio para encontrar justo lo que se está buscando. Por ejemplo, si se necesita una llanta que exista la posibilidad de encontrar distintos materiales como el acero, el hierro, el aluminio, entre otros.
  • Que tenga un filtro para encontrar con más facilidad los productos cuando la búsqueda se realice a través de un sitio web. Conviene, por ejemplo, filtrar por marcas, precios, comunidad, entre otros.

Puede que las piezas de segunda mano no suenen como el ideal a primera vista. Sin embargo, hay que tener claro que se trata de productos que funcionan perfecto y que tienen un precio mucho más bajo, por lo que merece la pena aprovecharlos.

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